La fusión de sonidos que Honduras necesitaba.
Por: Flor Agüero
Música libre y sin estructura es cómo podemos definir el estilo de Rommel Eligio Rubio Bertrand, quien sin conocimiento teórico y con ayuda de su padre descubrió su pasión por la música, decidiendo contar historias a través de sus melodías.
El comienzo de un artista
“Todo comenzó cuando tocaba guitarra a la fuerza; mi viejo solía meterme a mi cuarto a practicar por una hora, me gustara o no”, poco sabía, que años después haría a un lado sus sueños de ser dentista, diseñador y ganadero y se sumergiría en el arte musical.
Influenciado por grandes artistas y bandas como, Soda Stereo, Gustavo Cerati, Radiohead, Alice in Chains, Soundgarden, Pearl Jam, música clásica, boleros y otros, comienza su recorrido en esta experiencia y es en 2003 que inspirado por el género grunge, compone su primer sencillo llamado Mr. Nowhere.
Pero, es en 2008, durante sus estudios en Caracas, Venezuela que el catracho “despierta en los brazos de la musa musical” al fundar su primera banda llamada Suite Ccs, con quienes grabó su álbum debut y haría su primera presentación en vivo en un centro comercial, “recuerdo bien que andaba una chaqueta con la bandera de Honduras, de verdad me moría de los nervios”.
Es así que nace Eligio Bertrand, honrando con su nombre artístico a su abuelo paterno y su apellido materno, incorporando en él ambos lados de su familia.
Una nueva etapa
De regreso en Honduras, se presenta por primera vez en su país natal en la terraza de la
casa de una amiga, desde entonces se ha dedicado a mezclar los matices del jazz y el soul,
buscando que las personas se identifiquen con sus composiciones.
A la vez, ha resaltado por compartir escenario con artistas hondureños como Hibriduz Jazz Band, Jazz Nova, entre otros y por su colaboración en la banda sonora del corto de animación “Alberto Solo”.
Actualidad
Bertrand ha logrado crear un balance entre sus pasiones, dedicándose profesionalmente al asesoramiento de estudiantes que buscan ser admitidos en universidades extranjeras y nacionales, y, por otra parte, su carrera musical, con la cual ha reconectado debido al confinamiento.
El músico afirma que encuentra inspiración en “todo lo que me rodea, mi esposa, la familia, la injusticia, el amor, el arte en todas sus expresiones, mi perro, mis amigos, la naturaleza, la tecnología...” aspectos que lo han llevado a seguir experimentando y que permean su música.
Actualmente, entre sus proyectos se encuentra trabajando en una colaboración con Nelson Padilla y Canelo Gómez. Al mismo tiempo, al preguntarle sobre su futuro, comenta que se ve “Siempre haciendo música, pero no como profesión o a tiempo completo, creciendo profesionalmente, con una familia más grande si es posible y quizás en otro país”.
Arte y cultura hondureña
El capitalino, afirma que la música hondureña “es buenísima, es especial y es de categoría mundial, desafortunadamente vivimos en un agujero cultural, escondido y malnutrido”, recalcando que la escena artística no suele recibir apoyo de las instituciones ni del público nacional.
Frente a esta situación comenta que los músicos “debemos disfrutar lo que hacemos sin pensar en complacer a los demás”, y aconseja a los artistas emergentes a encontrar un equilibrio entre la música y la profesión, ser responsable y no regalar su trabajo: “El arte y la música son valiosos y talentos que no todos tienen, hay que educar a la gente y que sepan que, así como pagan miles por un artista internacional, también un artista local se lo merece”.
Afirma ser consciente de lo difícil y frustrante que es dedicarse a este rubro, y cómo en ocasiones se necesita un “golpe de suerte” pero que no existe una fórmula para el éxito, sino que depende lo que el individuo desee y con lo que se sienta feliz.
Si quieres conocer más del refrescante talento musical que ofrece Eligio Bertrand, puedes encontrarlo en:
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