Artículo por: Ricardo Madrid-Howard
Fotografías por: Henry Mata
Todo sueño empieza cuando aún estamos despiertos. El camino que nos trazamos para llegar a un lugar distinto siempre estará lleno de obstáculos metafísicos. Pero cuando te vuelves arte y haces lo que te gusta con pasión y dedicación más temprano que tarde el universo conspira a tu favor.
Aquí quiero brevemente impregnar mi columna con la historia de una mujer que un día decidió que no quería trabajar para nadie sino que lo haría para el arte, que con su talento inspiraría y cambiaria vidas y asi mas adelante acabaría su metamorfosis artística. Esa mujer… esa mujer se llama Taisha Urias.
Una verdadera artista, pues cada rostro que maquilla es un lienzo en sus manos, vuelve a cada mujer una deidad. Hacer y ser arte son cosas muy distintas, el arte tiene que hacernos sentir algo por muy subjetivo que sea. Pero ser arte, como lo es ella, es un estilo de vida. Algo que va mas alla de pinceles y brochas. Es un don y una responsabilidad.
En cada sesión que Taisha esta con su clienta, ella da lo mejor de si para que esa persona pueda ver lo mejor de ella, lo que esta tal vez oculto a la vista de los demás.
También como artista uno siempre quiere tener su estilo bien marcado. Que alguien pueda decir; ¨eso es tan vos. Ya que los verdaderos colores de la belleza no son los que llevan las artistas en la cara, sino los que llevan adentro de ellas.
Recordemos que el prestigio, no la fama, es algo que nos separa del resto y que debemos vivir una vida de la cual nos sintamos orgullosos y si no la estamos viviendo, debemos dejar todo y volver a comenzar. Como decía Fitzgerald.
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